Mostrando entradas con la etiqueta La columna de Sebastián Perasso. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La columna de Sebastián Perasso. Mostrar todas las entradas

Motivaciones del niño

domingo, 8 de agosto de 2021 0 comentarios

La columna de Sebastián Perasso en Norte RugbyEn su columna semanal de Norte Rugby, Sebastián Perasso, analiza las "Motivaciones del niño".

Quienes colaboran con un equipo de rugby deben conocer las motivaciones de los niños cuando practican deporte. De lo contrario, no estarán en las mejores condiciones de influir positivamente en ellos para que puedan sentirse involucrados, satisfechos y realizados.

La motivación es el interés relacionado con una actividad determinada. Es una actitud. La actitud de estar activado o energizado positivamente.

Pero ¿Por qué es tan importante la motivación? Porque estimula, moviliza, activa y canaliza las acciones de los sujetos. Constituye una condición “sine qua non” para crear las condiciones propicias para permitir la enseñanza. En ese sentido, hay una frase que constituye toda una definición: “Sin motivación no hay aprendizaje”

¿Cuáles son las motivaciones más significativas en el ámbito del deporte infantil?

Algunas de las motivaciones más importantes para que los niños practiquen deporte son las siguientes:

- Poder mostrar maestría en el dominio de las habilidades deportivas.
- Considerarse competente al compararse con los demás.
- Merecer la aprobación de personas influyentes.
- Hacer amigos.
- Pertenecer a un grupo.
- Mejorar psicomotrizmente.
- Divertirse.


Es muy importante el elogio de personas cercanas e influyentes porque a los niños les gusta recibir refuerzos positivos vinculados con el reconocimiento de sus logros a nivel deportivo. Eso les genera un compromiso y una motivación muy especial.

Las razones para practicar deporte son más de tipo social y externa que las que esgrime un adulto.

La motivación es muy importante porque su ausencia lleva al abandono por desinterés y falta de objetivos.

¿Cómo favorecer la motivación?

- 1. Valorando su esfuerzo.
- 2. Dando a conocer sus avances.
- 3. Conociendo el nivel de aspiraciones del niño.
- 4. Entregando refuerzos positivos.

Es altamente positivo valorar el esfuerzo realizado por los niños. La actitud debe reconocerse ya que es una fuente de motivación importante.

Ejemplo: “Hoy estuviste muy atento”; “Te vi con ganas y entusiasmo”, “te felicito porque te involucraste en todos los ejercicios” etcétera.

Dar a conocer las conquistas o logros de los jugadores también es estimulante y genera un efecto motivador.

Ejemplo: “estas tackleando más que antes”; “estas protegiendo mejor la pelota”, “mejoraste mucho tu pase”, etcétera.

Elevar la autoestima de los niños aumenta su nivel de motivación y los hace sentir más valorados e involucrados en la actividad que desarrollan. Para ello, los entrenadores deben aspirar a que sus jugadores se sientan:

- Contenidos
- Valorados
- Exigidos

Existen algunas herramientas para que el jugador se pueda sentir contenido por su coach. En ese sentido, saber el nombre de sus jugadores, conocer sus características y sus virtudes o escucharlos con atención son una fuente de contención para los chicos.

Los jugadores se sienten valores si les manifestamos que estamos contentos y complacidos con sus progresos y avances.

Más allá de “jugar bien o mal” al rugby, al margen de la capacidad atlética y el dominio del juego, todos debiéramos tener algo positivo que decirle a cada uno de nuestros jugadores. La frase “para todos un logro” resume de manera perfecta la necesidad de comunicarles a cada uno algo positivo.

Los jugadores también necesitan sentirse exigidos para elevar su estima, porque ello implica que nos importan sus progresos y le prestamos la debida atención.

Obviamente se debe atender la exigencia conforme a la edad de los jugadores involucrados.

Como entrenadores debemos conocer el nivel de aspiraciones de los jugadores, así como sus experiencias en materia de fracaso o de éxito en el deporte.

Puede resultar que un niño juegue realmente bien al rugby y se destaque por sobre el resto. Sin embargo, si tiene aspiraciones desmedidas (ejemplo: marcar un try cada vez que tiene la pelota) es posible que tenga un nivel de autoestima relativamente bajo.

En rigor, la autoestima no depende de manera tajante de las buenas o malas actuaciones, sino de la magnitud de sus metas o aspiraciones.

Es cierto que buenas producciones deportivas contribuyen a la autoestima, pero ésta dependerá en mayor medida de sus aspiraciones y de la concepción que el niño tenga sobre sí mismo.

Dentro de ese panorama los entrenadores tienen el desafío de “construir confianza” y de lograr la estima y valoración de sus propios jugadores y ello se logra principalmente a través de sus devoluciones.

Es importante que el entrenador pueda adecuar las aspiraciones de los niños a las posibilidades reales de conseguir sus logros o metas. Llenarlos de frustraciones solo genera desmotivación y pérdida de interés.

Los refuerzos positivos (elogios, alabanzas, sonrisas, reconocimientos) son vitales para generar el clima propicio para el aprendizaje. Dichos refuerzos deben ser aplicados de manera inmediata a la acción.

El profesor Fernando Cabrera, del SIC, remarca su importancia en esta etapa. Al respecto dice: “De niño construimos nuestra propia imagen en base a las devoluciones de los demás. De allí la importancia de los refuerzos positivos.”

Las herramientas en la comunicación

martes, 6 de julio de 2021 0 comentarios

La columna de Sebastián Perasso en Norte RugbyEn su columna semanal de Norte Rugby, Sebastián Perasso, analiza "Las herramientas en la comunicación".


Lograr una correcta y eficiente comunicación con nuestros jugadores es esencial a fin de que nuestro mensaje llegue adecuadamente. Por ello, lo importante no es lo que decimos sino básicamente lo que reciben de ese mensaje.

A fin de optimizar los frutos de nuestro mensaje existen algunos requisitos que contribuyen a ese cometido.

El entrenador deberá trabajar en distintos aspectos tendientes a perfeccionar las habilidades comunicacionales para apuntar a hacer más eficaz su comunicación.

Seguramente vamos a coincidir que la primera y más importante habilidad al comunicar es desarrollar la credibilidad.

Un entrenador puede tener un discurso brillante, puede contar con los conocimientos más profundos, o incluso manejar con maestría el arte de hablar. Sin embargo, si no le creen con seguridad ni siquiera se detendrán a escucharlo.

El coach goza de un prestigio que surge del cargo prestigioso que desempeña y por ende cuenta con una “credibilidad inicial”. Pero esa credibilidad tan importante puede perderse o menoscabarse producto de su conducta en el ejercicio de su cargo.

El mayor desafío que tiene el entrenador es mantener su credibilidad como presupuesto para poder influir activamente en sus jugadores.

Alguien dijo alguna vez que la credibilidad “se gana de a gramos y se pierde de a kilos.” La credibilidad se destruye rápidamente y es por ello que debe cuidarse con esmero.

Desde la propia coherencia y el respeto a sus jugadores el entrenador estará en las mejores condiciones de conservar y agigantar su propia credibilidad.

Otro aspecto importante es comunicar con un enfoque positivo, lo cual significa que la comunicación del entrenador con sus jugadores se debe centrar en “lo bueno” en lugar de lo malo.

En el rugby infantil especialmente, el entrenador debe utilizar el elogio como herramienta para lograr el involucramiento de sus jugadores. Además es un arma eficaz para elevar su autoestima y llenarlos de motivación y confianza.

Utilizar el sistema positivo en la enseñanza influye de manera notoria en la actitud y desempeño de los jugadores. Bajo ese sistema los jugadores disfrutan más el juego y tienen mayor deseo de participar.

Ese marco de enseñanza basada en el sistema positivo acrecienta las posibilidades de aprendizaje de los niños.

Una aclaración importante. El sistema positiva no implica que la conducta esté exenta de crítica, siempre que esa crítica sea constructiva. La crítica constructiva te impulsa hacia adelante. Por el contrario, la crítica destructiva te paraliza.

Además, debemos ser cuidados en la manera de insertar la crítica. Siempre debe ser esgrimida en medio de elogios o refuerzos positivos a fin de cuidar la seguridad emocional de los jugadores. Es la llamada “formula del sándwich” (elogio – critica – elogio)

Comunicar con coherencia es otra herramienta en la comunicación porque su ausencia atenta contra lo más importante: la propia credibilidad. Aquel entrenador que predica una cosa y hace otra no es coherente con su accionar y perderá entonces credibilidad.

Un entrenador que insiste en la imperiosa necesidad de ser puntual y respetuoso con el otro y luego llega tarde a cada una de sus citas, no estará predicando con el ejemplo. Aquel coach que dice hasta el hartazgo que no se debe hablar con el referí y luego se pasa todo el partido criticando, entonces tampoco estará contribuyendo a ser consecuente con sus palabras.

Hay que tener presente que como entrenadores somos observados siempre y en todo momento.

Todo lo que hace un entrenador constituye “un mensaje” para los jugadores. Por ello, uno es entrenador siempre y en todo momento. En el horario del partido pero también fuera de él e incluso fuera del club.

En otro orden de cosas, la habilidad de aprender a escuchar es tan poco frecuente como necesaria.

En el ejercicio de un liderazgo cooperativo, el entrenador debe escuchar los requerimientos de los jugadores y tener la humildad de escucharlos y enriquecerse con el discurso del otro. Ser buen oyente es tan importante como ser buen orador porque la comunicación es escuchar al otro y también ser escuchado.

Prestarles atención en su alocución implica respetar a sus jugadores. Por el contrario, no escucharlos significa menospreciar la importancia de su mensaje.

Adecuarnos a nuestros oyentes es otra habilidad determinante, sobre todo en el mundo del rugby infantil. Significa ser capaz de explicar algo conforme a sus oyentes y sus particulares características.

Adecuarse a los que lo escuchan implica ponerse al servicio de sus oyentes y no viceversa.

Aquel entrenador que se acopla a sus oyentes demuestra humildad y respeto hacia sus jugadores. En rigor, son los entrenadores los que deben acoplarse a sus jugadores y no viceversa.

¿Cómo COMUNICAR a los niños?

Algunos “tips” útiles podrían ser:

- Verificar que haya escucha antes de comenzar a hablar.
- Que el mensaje sea breve.
- Que el mensaje contenga una sola idea.
- Que el mensaje sea realista.
- Que el mensaje sea acorde a la edad y capacidad de comprensión.
- Que el mensaje proponga desafíos abordables.

Por último, lograr desarrollar la comunicación no verbal es vital para alcanzar el éxito.

Los actos y comportamientos del individuo, sus gestos y expresiones faciales representan “la comunicación no verbal”.

A los niños les hablamos con nuestras actitudes y nuestras acciones, pero también con nuestras reacciones emocionales: alegría, miedo, enojo, desilusión, tristeza, fastidio, entusiasmo o desinterés.

La comunicación no verbal es tremendamente decisiva para transmitir un mensaje y representa en la práctica el setenta por ciento de la comunicación.

Los gestos, muchas veces dicen “más que mil palabras”, por ello la importancia de utilizarlos en forma adecuada.

Cualquier acción del entrenador, ya sea dentro o fuera del campo de juego, constituye una comunicación no verbal.

A continuación se detallan alguna de las técnicas no verbales:

- Mirar a los jugadores cuando se comunique para demostrar que está interesado en ellos.
- Inclinarse hacia los jugadores de vez en tanto. Esa postura potencia la atención hacia ellos.
- Permanecer relajado cuando se relacione con los jugadores porque esa actitud demuestra confianza.

"Estilos de enseñanza" por Sebastián Perasso

jueves, 24 de junio de 2021 1 comentarios

La columna de Sebastián Perasso en Norte Rugby
En su columna semanal de Norte Rugby, Sebastián Perasso, analiza los estilos de enseñanza desde la visión del entrenador.

En la actualidad, quienes ejercen funciones de liderazgo deben tratar de encontrar el equilibrio extraviado en tiempos pasados, es decir entre aquellos que han ejercido un estilo autoritario (“no se permite nada”) y quienes han elegido el estilo sumiso (“pueden hacer todo”).

Está comprobado que ambos extremos son nocivos. Por ello, el desafío pasa por transitar el sendero correcto sin exageraciones o extremos contraproducentes.

El desarrollo de un nuevo estilo de autoridad implica tomar un camino intermedio que le permita incorporar lo mejor de la educación autoritaria y de la permisiva.

El establecimiento de límites firmes y claros tan propios de la educación autoritaria deben ser bienvenidos.

Los límites marcan el camino. A partir de esos límites se construye el sendero por donde transitar.

Los límites se trazan para proteger a los niños; para que éstos se sientan seguros, cuidados y contenidos.

Cuando los niños se sienten escuchados y comprendidos disminuyen su rebeldía y la resistencia a la autoridad.

Las pautas claras en el liderazgo sirven para no dañar la autoestima. Por ello, no deben cambiarse las reglas según las circunstancias (el día, el cansancio o el miedo a la reacción).

Ejercer el “poder”, algo tan propio de los líderes autoritarios implica forzar a alguien para que haga su voluntad debido a la posición dominante que tiene.

Por el contrario, lo que se debe buscar en el nuevo modelo de liderazgo es ejercer verdadera autoridad, que consiste en el arte de poder conseguir que los demás realicen su voluntad de manera consensuada o voluntaria.

El verdadero líder es el que imparte autoridad y no debe recurrir al ejercicio del poder. Cuando alguien recurre al ejercicio del poder es porque antes ha fallado su autoridad. Además, el ejercicio del poder genera resentimiento. Por el contrario, el ejercicio de la autoridad genera confianza y respeto.

No hay dudas entonces que quien ejerce poder construye relaciones más frágiles y menos duraderas que aquellas edificadas sobre los cimientos de la autoridad.

En la búsqueda de ese equilibrio perdido, también debemos ser cuidadosos en no caer en el sistema permisivo.

Cuando no hay autoridad son los menores que “se gobiernan a sí mismos”. En ese caso, estaríamos ante una situación de caos u orfandad extrema.

Otro caso propio del sistema permisivo es la tendencia a consultar todo a los hijos, lo cual suele transformarse en una suerte de demagogia.

Logra el equilibrio implica escuchar y atender el requerimiento de los niños, pero sabiendo que las funciones de liderazgo no pueden ser delegadas en otro.

Esa búsqueda de equilibrio en la conducción significa que como líderes no deberíamos tener “la única palabra”, pues todos nos enriquecemos con el discurso ajeno.

No obstante, se debe atender la necesidad imperiosa de conservar la esencia del liderazgo que implica tener “la última palabra”.

Frente a los reclamos y pedidos de los niños hay que aceptar el concepto de que no hay educación sin frustración y sin enojo de los hijos.

El ejercicio del poder o de la autoridad como forma de ejercer el liderazgo genera en la práctica diferentes estilos de enseñanza.

El estilo o la forma de enseñar que lleve adelante cada entrenador de rugby resultarán de vital importancia a efectos de decidir el grado de crecimiento que puedan experimentar los jugadores.

El estilo tendrá marcada incidencia en todos los aspectos relacionados con la tarea de entrenar: las habilidades y estrategias a enseñar; la organización de las prácticas; los métodos para disciplinar a sus jugadores; el trato con sus dirigidos y el rol que cumplirán sus jugadores.

Los estilos de enseñanza son tres: Estilo dictatorial o autoritario, el estilo cooperativo y el estilo sumiso o permisivo.

El estilo autoritario consiste básicamente en dos premisas: dar órdenes (por el lado del entrenador) y recibirlas (por el lado del jugador).

Un entrenador autoritario practica el monólogo, donde una parte es la que habla y la otra se limita a escuchar y prestar atención.

Estamos en presencia de un estilo que no permite el dialogo o la interconexión con sus jugadores, y por ende el coach se ve impedido de conocer sus gustos, sus objetivos y sus preferencias.

El entrenador toma todas las decisiones y a los jugadores solamente les compete la tarea de acatar las órdenes impuestas. El jugador se limita a escuchar y cumplir las directivas.

Más allá de que el jugador pueda aprender existe un marcado déficit en esta particular forma de enseñar: el jugador no tiene la posibilidad de pensar, razonar y tomar decisiones por sí mismo.

Dentro de ese contexto, sus chances de maduración y crecimiento se ven seriamente menoscabadas.

El estilo autoritario “fabrica” jugadores dependientes del entrenador e incapaces de resolver por si solos los problemas nuevos que les plantea el juego.

¿Qué tiene de positivo estilo autoritario? La firmeza y claridad de sus límites. El autoritario es claro y preciso en sus mensajes.

¿Qué tiene de negativo el estilo autoritario? Obliga al sometimiento y no enseña a pensar. Así, a los pequeños les falta confianza en si mismos.

¿Quiénes utilizan este método? Todos aquellos entrenadores que creen saber mucho y no pretenden confrontar o discutir con sus jugadores.

Muchos entrenadores utilizan este estilo para ocultar sus dudas y no dejar al descubierto sus flancos débiles en materia de conocimientos y capacidad, pues no permiten a sus jugadores hacer observaciones ni

cuestionamientos. De esa manera su ignorancia o carencia no se pone de manifiesto. El es sumiso es aquel en virtud del cual el rol del entrenador se transforma en absolutamente pasivo, ya que en última instancia deja todo librado a la decisión y voluntad de sus propios jugadores.

El entrenador no interviene en el desarrollo del jugador y no pone límites en su tarea de conductor.

El coach se abstiene de tomar decisiones relevantes y deja que las situaciones fluyan libremente sin su consentimiento ni intervención.

Da pocas órdenes e instrucciones y ejerce en consecuencia una escasa influencia sobre sus jugadores.

¿Cuáles son los entrenadores permisivos? Son aquellos que no pueden establecer límites; aquellos controlan poco y aceptan mucho. Son aquellos que dicen implícitamente “hagan lo que quieran”

¿Qué tiene de negativo el estilo sumiso? No ayudan al niño a fortalecerse y a enfrentar los contratiempos del rugby (y de la vida).

¿Quiénes practican el estilo sumiso? Aquellos entrenadores que no se animan a intervenir activamente en los entrenamientos y en la toma de decisiones por no creerse capacitados o porque son demasiado haraganes para asumir las responsabilidades.

Por último, el estilo cooperativo es el que busca lograr un equilibrio entre los dos estilos descriptos.

Busca ponerse en un lugar intermedio que sintetice lo mejor de ambos dos extremos: la capacidad de comprender y empatizar con los niños (lo mejor del sistema permisivo) y los limites expresados con claridad y firmeza (lo mejor del sistema autoritario)

Está representado por todos aquellos entrenadores que hacen participar a sus jugadores de algunas decisiones.

Los entrenadores comparten con sus dirigidos la toma de ciertas decisiones y los hace participar de manera activa.

No obstante lo antedicho, no todo puede ser puesto a consideración de los jugadores, porque será el entrenador el que ejerza el liderazgo y la conducción del grupo.

Hacer participar activamente a los jugadores y que estos tomen decisiones, significa permitirles que asuman responsabilidades y en consecuencia estén en condiciones de crecer. En rigor, ello los ayuda a crecer y evolucionar como jugadores.

Gracias a la práctica de este estilo, tendremos más chances de formar jugadores más independientes, que estarán capacitados de tomar por sí solos toda clase de decisiones.

Aquí el entrenador no busca imponer sino convencer. Por ello, que el entrenador explique y además fundamente lo que dice, es determinante para que los jugadores se convenzan de cual es el camino adecuado para seguir. Se vislumbra en este estilo una relación de mutua confianza entre entrenador y jugador.

¿Quiénes utilizan este método de entrenamiento? Todos aquellos que tienen humildad y reconocen que en el dialogo ambos se enriquecen. Pero no hay dudas que quien ejerce el estilo cooperativo deberá prepararse de mejor forma para poder contestar y dar respuestas a las inquietudes y cuestionamientos de sus jugadores.

Por Sebastián E. Perasso para Norte Rugby.

La Columna de "Cheba" Perasso en Norte Rugby:
- Ladrones de alegrías - La lección de jaguares.
- Salta, un escenario ideal.
- Capitalizar la experiencia.
- Los aspectos técnicos del mauling.
- La autodisciplina y el autocontrol.
- Los secretos de Huirapuca.

El camino del éxito por Sebastián Perasso

jueves, 10 de junio de 2021 0 comentarios

La columna de Sebastián Perasso en Norte RugbyEn su columna semanal de Norte Rugby, Sebastián Perasso, analiza el "Camino del Éxito".


En una sociedad tan exitista como la nuestra, que persigue la victoria como único motor de cada actividad deportiva que se emprende resulta difícil apartarse de esa mecánica perversa.

No hay dudas de que estamos inmersos en una sociedad muy particular, donde se venera el simple hecho de ganar, muchas veces sin atender los modos o formas de conseguirlo.

Una comunidad que persigue el éxito fácil y rehúye del camino más engorroso vislumbra un panorama difícil y un desafío mayúsculo por delante.

Frente a ese panorama, resulta difícil alejarse de esa mecánica de justificar todo en pos de lograr una victoria. Veneramos el triunfo efímero y alimentamos la victoria sin atender las formas. Como entrenadores, debemos aspirar a moldear deportistas exitosos, es decir jugadores que apunten a conseguir el verdadero éxito. Pero, ¿Cuál es el verdadero éxito en el deporte? ¿Dónde reside el éxito duradero?

En este punto existe a mi juicio una gran confusión. Ella radica en emparentar y poco menos que confundir el éxito deportivo con la victoria o el triunfo. No obstante tal presunción, ambos conceptos son dos caras bien distintas.

Como en la vida misma el éxito deportivo no pasa por algún triunfo o una victoria sino por ser el mejor que uno pueda ser. Ese es el desafío de aquel que busca tener éxito.

Si buscamos la mejor versión de nosotros mismos y para ello nos preparamos debidamente y realizamos el mayor esfuerzo a nuestro alcance, entonces el éxito transitará junto a nosotros, sin importar las ocasionales victorias o derrotas que nos depare el destino.

Para ser rigurosos, en el campo deportivo el éxito no está dado necesariamente por las victorias o derrotas, sino que está relacionado con el cumplimiento de los objetivos o metas que cada uno se plantea.

Dentro de esos parámetros, el entrenador emparentado con el éxito es aquel que ha cumplido sus metas u objetivos.

A su vez, para convertirse en un entrenador eficaz y exitoso, hay que centrarse en el proceso y no en los resultados, pues éstos últimos son solo una mera consecuencia de lo anterior.

Los entrenadores deben aspirar a la búsqueda del éxito, que no es otro que el cumplimiento integral de nuestros objetivos.

En primer término, el éxito descansa en la posibilidad de formar buenas personas que además sean grandes jugadores de rugby (y no viceversa).

El éxito reside en ir en buscar de las formas, someterse a reglas y pautas preestablecidas y en respetar y respetarse.

El éxito implica entender que el triunfo no debe buscarse como objetivo central del juego, sino como una natural consecuencia del disfrute y desarrollo que experimentan los jugadores. Como educadores, debemos aspirar a formar deportistas exitosos y no jugadores exitistas. He aquí el meollo de la cuestión.

El exitista es un trasgresor, porque sus fines no reconocen límites ni fronteras en la ley, en el reglamento ni en el respeto a los demás. El exitista es aquel que necesita del éxito (por mas efímero que sea) para sentirse importante. El entrenador exitista vulnerará reglas preestablecidas con tal de alcanzar la victoria.

El coach exitista está obsesionado por el corto plazo, por alcanzar triunfos inmediatos a cualquier precio. No tiene la lucidez ni el coraje de mirar el horizonte más lejano. Solo le importa el aquí y el ahora.

Este habitáculo está representado por muchos entrenadores que solo les interesa el envoltorio, pero no el contenido que acompaña a una victoria. Una victoria sin honra, impostada; un triunfo vacío, hueco, raquítico, desprovisto de nobleza y envuelto en una espesa niebla. Aquí, lo verdaderamente importante queda a un costado y abandonado.

Estos entrenadores nunca indagaran en el contenido de la victoria ni se recostaran a analizar las formas. Ellos alimentan la vorágine de ganar a cualquier precio y de cualquier manera.

El exitista, se contenta con obtener resultados inmediatos de cualquier forma para tapar su inseguridad, para lograr el reconocimiento del Otro. Por ello, no soluciona sus problemas sino que los dilata o elude sus consecuencias. Nunca soluciona la cuestión de fondo. Otra arista de su personalidad es que el exitista no reconoce culpas, siempre la culpa la tiene el otro. Así, el responsable de la derrota siempre será el referee, las circunstancias del juego o cualquier otra excusa.

Frente a este escenario, los entrenadores no son responsables de sus actuaciones ni las del equipo sino meras víctimas de las circunstancias.

Desde este lugar, creemos y sostenemos que la furiosa pasión por la victoria jamás debe anular el espíritu del rugby, traducido en caballerosidad y sobre todo lealtad hacia el juego.

En contraposición a ese estilo y a esa búsqueda desenfrenada de victorias huecas, existe otra perspectiva para ir en buscar del éxito.

El entrenador exitoso es aquel que trabaja buscando el éxito duradero. Tiene una mirada mucho más sabia, más profunda y comprometida. Sabe ciertamente que una victoria es el resultado de una sumatoria de cuestiones de la cual muchas veces no tenemos el control.

El coach exitoso diagrama y planifica para el largo plazo, tiene una mirada más profunda y menos contaminada de la realidad. Así, analiza las cosas en perspectiva, es más reflexivo y menos pasional. Sabe que más importante que el triunfo son los modos para llegar hacia él. De lo contrario, cada victoria estaría construida sobre un castillo de naipes; cada triunfo tendría la fortaleza de un gigante con los pies de barro.

Alguien dijo alguna vez que el entrenador exitista lleva consigo varios relojes con cronómetro, porque está pendiente y hasta obsesionado con resultados inmediatos en el corto plazo. Por el contrario, el coach exitoso transita su función desprovisto de relojes; solo lleva consigo un calendario que le permita planificar a largo plazo. En efecto, aquel que busca el éxito efímero estará mirando su reloj a cada instante, buscando que una victoria lo redima y enaltezca delante de los demás. En contraposición, aquel que persigue el éxito duradero, sabe que más allá de triunfos o derrotas, los jugadores pueden llevarse consigo innumerables herramientas para la vida. Aquí, en esta cuestión, reside lo verdaderamente importante.

Si como entrenadores logramos empaparlos de principios y valores, ello resultara mucho más provechoso y gratificante que transmitir simples conocimientos que hacen específicamente al juego.

Decía Miguel “Negro” Iglesias que el rugby es un juego fenomenal pero que si no era correctamente transmitido no trasciende en sus bondades tanto formativas como deportivas. Por ello, está en cada uno de nosotros precisar y delinear correctamente el sendero por donde poder transitar.

Si como formadores de opinión logramos indicarles verdaderamente el rumbo, el rugby estará exultante y en condiciones ser una formidable herramienta de soporte y ayuda a las personas y ciudadanos.

Los invito a quitarse los relojes y a despojarse del nerviosismo de la inmediatez, porque si transitamos el juego de acuerdo con sus bondades, el verdadero éxito tarde o temprano se depositará entre cada uno de nosotros…

Por Sebastián E. Perasso para Norte Rugby.

El

La Columna de "Cheba" Perasso en Norte Rugby:
- Ladrones de alegrías - La lección de jaguares.
- Salta, un escenario ideal.
- Capitalizar la experiencia.
- Los aspectos técnicos del mauling.
- La autodisciplina y el autocontrol.
- Los secretos de Huirapuca.


* Sebastian Perasso nació en Capital Federal, el 4 de Diciembre de 1969. De profesión escribano y escritor. Se desempeñó como jugador y entrenador en el San Isidro Club.

"El rugby te transforma de manera integral"

martes, 1 de junio de 2021 0 comentarios

Sebastián Perasso en la entrevista Imperial de la semanaAsí lo asegura Sebastián Perasso, entendiendo al rugby como una herramienta idónea para mejorar al individuo.


- Queremos comenzar la entrevista Imperial de Norte Rugby hablando sobre la esencia del rugby formativo, ¿qué concepto podés darnos sobre el tema?

- Hace unas semanas atrás, junto a Juan Casajus, escribimos un libro llamado RUGBY FORMATIVO justamente porque la esencia misma de nuestro juego radica en la formación de la persona. El rugby es formativo porque te educa, te forma y te moldea. Con la excusa de correr detrás de una pelota ovalada el rugby hace su parte y te transforma de manera integral.

Nosotros, como entrenadores, la primera tarea que tenemos es la de educar, es decir formar al individuo que envuelve a cada jugador. Desde nuestro liderazgo somos formadores de opinión, formadores de reflexiones, formadores del carácter, de la personalidad y de la mentalidad de los niños y jóvenes. Una enorme responsabilidad de cara al futuro de todos ellos.

Nuestra máxima aspiración no es enseñarles a jugar sino enseñarles a vivir. Reproducir en el rugby el escenario de la vida es darles herramientas para aprender a vivir. Nada va a ser fácil, ni justo ni mágico. Por ello el rugby y sus características particulares (dureza, respeto, disciplina) contribuyen al crecimiento de la persona. En nuestro juego convivimos con la adversidad tanto dentro como fuera de la cancha. Nada se consigue fácil y tampoco nada se consigue solo. Por ello forjar el carácter en la adversidad y trabajar en equipo son dos lecciones que podemos capitalizar para nuestra propia vida.

Nada de lo que hagamos como entrenadores resulta indiferente. Podemos dejarles una huella valiosa o una cicatriz. Depende de nuestro propio ejemplo.

- ¿Sentís que están en juego "los valores del rugby"?

- Creo que todos quienes integramos la familia del rugby debemos estar en estado de alerta para cuidar la esencia del juego que no es otra que los valores y tradiciones. Por otra parte, entiendo que los valores del rugby en realidad no son “del rugby” porque los valores son universales. Los valores, es decir principios rectores de nuestra conducta, pueden estar (o no) en distintos escenarios de nuestra vida, como el rugby u otro deporte, la escuela, la universidad o la familia. En definitiva, los valores van a estar presentes en la medida que utilicemos el rugby como una herramienta idónea para mejorar al individuo.

- Nos toca afrontar momentos difíciles para el rugby argentino, con hechos lamentables, cómo la muerte de Fernando Baez Sosa en Villa Gesell, qué opinión te merece la situación?

- Es un hecho gravísimo, de una crueldad manifiesta. Es un asesinato perpetrado por varias personas y los culpables deben recibir todo el peso de la ley. Sin embargo, entre tanto dolor nos debemos una reflexión más profunda como sociedad. Los medios culparon al rugby de un hecho privada perpetrado por algunos jóvenes que juegan o han jugado al rugby. Cuando en otros deportes se suceden acontecimientos de violencia e incluso muertes, son las personas las señaladas como culpables. Sin embargo, cuando el rugby está en la escena, (incluso en un hecho de carácter privado ajeno a lo que pasa en una cancha o en un club) pareciera que el rugby es el responsable. Son tiempos de extrema confusión y la presente pandemia los ha exaltado todavía más. Han instalado de manera enfermiza en el imaginario colectivo que el rugby es un deporte de elites, de clases altas y acomodadas, como sucedía siglos atrás. Quienes lo sostienen no saben ni remotamente que el rugby es hoy un deporte global, jugado por todas las clases sociales, aún por aquellos privados de la libertad (rugby carcelario) o por jugadores con discapacidad (rugby inclusivo).

Un deporte, que es sinónimo de gestos nobles en todo el mundo, es dibujado en nuestro país como el causante de todos los males. Una disciplina que es indicada como parte de la solución, acá es señalada como parte del problema.

Me permito una mirada antagónica. La violencia no se produce por el rugby sino a pesar del rugby. Porque está demostrado que en la mayoría de los casos el rugby ha servido para ser mejor. Basta con observar el proyecto de la Fundación Espartanos y ver que más de 3.000 presos en 70 cárceles de todo el país mejoran su comportamiento y encuentran un sentido a su vida en medio de un mundo cada vez más violento y carente de valores.

- Debemos hacernos cargo de nuestros errores, por dónde deberíamos comenzar a enfrentar estos problemas...

- Por supuesto. De hecho la URBA, como entidad rectora del rugby de Buenos Aires, comenzó haciendo un diagnóstico del problema y formo la Comisión FIMCO (Fortalecimiento integral y mejora del comportamiento) como herramienta para la búsqueda de soluciones. Es así que llevo adelante reuniones y planes de capacitación. En la segunda mitad de 2020 fui invitado una serie de talleres vía zoom en el que participaron más de 130 personas de casi 90 clubes de Buenos Aires. Ello demuestra el interés por mejor porque si no capitalizamos una experiencia tan dolorosa y traumática como la que sucedió estamos destinados a vivir escenarios similares. Pero también es justo decir que el rugby goza en términos generales de buena salud y sigue siendo una reserva moral en muchos aspectos. Con sus virtudes y miserias por supuesto, pero que gracias a la tarea de mucha gente durante muchos años ha sabido conservar muchas conductas que son ejemplo para la sociedad y también para otros deportes. El respeto al referee como figura sagrada es ponderado por otras disciplinas; las muestras de caballerosidad, hidalguía y respeto aun frente a derrotas dolorosas.

En un país como el nuestro con el grado de violencia física y verbal que transita resulta un milagro que 10.000 personas puedan asistir a una final de la URBA sin que haya un solo policía y sin el más mínimo incidente, incluso con las dos hinchadas en la misma tribuna conviviendo de manera civilizada. Esos también son hechos para ponderar y comunicar porque pueden generar un círculo virtuoso donde la tolerancia y el respeto sean moneda corriente. A veces los prejuicios que caen sobre el rugby impiden ver la tarea monumental de miles y miles de educadores y formadores que transforman a sus jugadores y los hacen mejores personas. Lamentablemente todo hecho negativo que envuelva al rugby se magnifica a límites canallescos y como contrapartida, miles de actos nobles y valiosos pasan desapercibos a diario.

- El formato del rugby argentino se sustenta en sus clubes amateurs, netamente con carácter formativo tanto en lo personal como en lo deportivo, cómo ves la injerencia del rugby profesional dentro de los clubes.

- Creo que los clubes de rugby en la Argentina son un modelo único en el mundo, y que debemos tratar de conservar. Son en mi opinión, lo más sagrado. Muchos de esos clubes son centenarios. Gracias al empuje y pasión de grandes pioneros nuestros clubes se han diseminado a lo largo y ancho del país y ya hay más de 600 instituciones deportivas donde se practica rugby. Pero más allá del número hay un dato auspicioso que radica en que los clubes de rugby conservan sus tradiciones y valores de antaño, y quienes los integran crecen y se desarrollan exhibiendo algo tan importante como identidad y sentido de pertenencia. De nuestros clubes salen grandes jugadores pero con un marcado espíritu amateur. Contrariamente a lo que se piensa, la palabra amateur no debería ser algo peyorativo sino a la inversa. Ser amateur (“el que ama lo que hace”) es contar con un valor agregado. Es jugar por amor al deporte y a tu club más allá de que haya dinero de por medio.

Siempre se pensó que con el advenimiento del profesionalismo declarado abiertamente luego del mundial de Sudáfrica 1995, el rugby iba a perder muchos de sus valores. Creo sin embargo que no solo no ha pasado eso sino que el profesionalismo ha servido para difundir el juego y resaltar nuestros valores como herramienta para su expansión. Hoy hay 121 países que juegan al rugby y más de 9 millones de jugadores y jugadoras lo practican. Más allá de que los clubes tengan o no una estructura profesional o personas rentadas, lo más importante seguirá siendo el espíritu y la filosofía que los abraza. Entiendo que poder combinar la disponibilidad de tiempo y la preparación de un profesional con el amor genuino a la tarea de un amateur constituye la receta ideal.

- En dos años cambiamos nuestra forma de vida, casi obligados por un virus, comenzamos a valorar mucho más aquello que nos era cotidiano, caminar, reunirnos con amigos, un abrazo, un beso...el club. En este sentido, pensás que podemos volver a la "normalidad", como te imaginas que la pandemia afecta al rugby y a nuestros chicos sobre todo.

- En el rugby como en la vida siempre podemos tomar dos posturas diferentes. La de víctima o la de protagonista. Esta última implica tomar un acontecimiento negativo y dramático como el que estamos viviendo como una oportunidad, asumiendo una conducta activa y tratando de ser positivos aun en la más profunda negatividad. Sin dudas que cuando volvamos a vivir intensamente una vida de club lo valoraremos mucho más. Tal vez dábamos por sentado ciertas cosas que ahora no tenemos y extrañamos profundamente. La libertad de jugar, de compartir, de comunicarnos. Aspiro a que esta tragedia de la humanidad nos haga mejores, más sensibles, más solidarios, más generosos y comprometidos, y podamos valorar el día a día.

En rigor, creo que vamos a salir fortalecidos y a darle a cada acto o conducta que llevemos adelante el verdadero valor y el sentido que merece.

* Sebastian Perasso nació en Capital Federal, el 4 de Diciembre de 1969. De profesión escribano y escritor. Se desempeñó como jugador y entrenador en el San Isidro Club.

La Columna de "Cheba" Perasso en Norte Rugby:
- Ladrones de alegrías - La lección de jaguares.
- Salta, un escenario ideal.
- Capitalizar la experiencia.
- Los aspectos técnicos del mauling.
- La autodisciplina y el autocontrol.
- Los secretos de Huirapuca.

Ladrones de alegrías - La lección de jaguares

lunes, 9 de julio de 2018 0 comentarios

Ladrones de alegrías - La lección de jaguares. Por Sebastián E. Perasso.Compartimos una nueva columna de Sebastián Perasso.

La actuación de nuestro seleccionado nacional de futbol en el mundial de Rusia nos ha permitido ver con nitidez, como a través de una lupa, muchas de las conductas que enmarcan a un gran número de argentinos.

Nuestra capacidad de generar alegrías propias, es decir aquellas que surgen por obra exclusiva del propio sujeto, constituyen un escenario cada vez más escaso.

Frente a la perdida de iniciativa, al deseo de superarse y a las ganas de trascender en alguna esfera de la vida (en este caso el deporte) siempre estamos esperando colgarnos de alegrías ajenas, sumarnos a epopeyas de otros para disfrutar de ellas como si fueran absolutamente propias. Estamos paralizados y somos incapaces de edificar alegrías propias y verdaderas.
Me refiero a la actitud de muchos hinchas argentinos. Y frente a ese escenario el mundial de futbol desnuda como ningún otro acontecimiento deportivo nuestro ser argentino, un cumulo de virtudes y otros tantos defectos.

Alguna frase devenida en canción como la que dice “Messi traeme la copa” constituye una radiografía cabal que sale de nuestro subconsciente. Representa el pedir, el exigir del otro. Implica la imploración del trabajo del otro para la construcción de alegrías propias. Por ello, cuando los objetivos deseados y anhelados no se alcanzan (ganar un mundial) la decepción es tan grande que se desmorona todo y duele tanto como si fuera propia. A su vez, cuando el fracaso toca la puerta el sentimiento de venganza hacia los protagonistas esta al vuelta de la esquina.

Solo hay gratitud cuando “el otro” satisface “el pedido” y nos regala alegrías que creemos propias. De lo contrario, bastardeamos al sujeto responsable hasta límites insospechados.
Así, nuestra ira disfrazada de diferentes formas (canciones agresivas, memes que ridiculizan, etc) solo intentan apaciguar nuestra frustración, nuestro enojo, nuestro desencanto que es producto de la “ingratitud del otro”. En el mundo de la descalificación ellos son “fracasados, “pechos fríos, “desagradecidos” y “no quieren a la selección”…

El fracaso del otro ahora los enaltece, porque la derrota de los consagrados es la revancha de los mediocres.

En la lógica perversa que se construye en el subconsciente, si jugadores y personas exitosísimas (como Messi y compañía) fracasan, entonces también nosotros podemospermitirnos fracasar. Pero antes debemos denostarlos, herirlos, agredirlos. Ellos sufren el bullying en el reino de la mediocridad. Así, la “revancha” quedará consumada y podrán descansar tranquilos hasta la próxima faena...

La lógica de los mediocres justifica todo. Utilizan la pluma, los labios (y las redes sociales) como facón, como herramienta que duele y que necesariamente tiene que herir. Es que si nosotros nos sentimos heridos en nuestro amor propio (“somos los mejores del mundo”) no podemos dejar de herir al autor.

En ese escenario son los grandes deportistas (Messi, Del Potro, etc) los destinatarios de pagar la “humillación” de que los demás (espectadores) no ganen nada. Si ellos pierden son ingratos con los demás, con todos aquellos “espectadores de la realidad” que solo tienen éxito a través del éxito de los demás.

Frente a ese contexto enfermizo, debemos tratar de salir, de dejar atrás ese espiral que nos atrapa y escapar de una buena vez de nuestra postura de victimas, de observadores. Tomar la iniciativa e ir en busca de nuestros propios sueños es el desafío como argentinos. Dejemos de esperar, dejemos de depositar en el otro la construcción de nuestras alegrías y vayamos a buscarlas sin renuncias ni claudicaciones, con toda nuestra energía, pasión y determinación.

Por supuesto que no es el camino fácil ni el mas cómodo. Porque la comodidad es esperar del otro y no involucrarse. Tomemos el ejemplo del equipo de rugby de Jaguares. Tomaron conciencia de que ver un partido de futbol es un evento que distrae, que quita energía y que ello podía ser un factor de dispersión que los pudiera alejar sus propias metas u objetivos. Así, decidieron no ver el partido del seleccionado frente Francia y enfocarse de cuerpo entero en “su partido”. Quisieron, en rigor, edificar y construir sus propias alegrías. Al final del día, el deporte y las circunstancias le dieron su rédito. Jaguares solo se preocupó de hacer bien su faena y terminó el día con la alegría del triunfo y el camino más allanado hacia la clasificación. La derrota argentina en el mundial no los arrastró mentalmente y pudieron construir sus propias epopeyas deportivas…

Por Sebastián E. Perasso para Norte Rugby.

Salta, un escenario ideal

miércoles, 23 de diciembre de 2015 0 comentarios

Salta, un escenario idealEn una nueva entrega de sus relatos de viaje, Sebastián Perasso cuenta su travesía por La Linda y describe por qué es un lugar ideal para el rugby.

Por cuarta vez en los dos últimos años el destino final es Salta. Me espera una jornada de coaching organizada por la Unión de rugby de esa provincia.

El entusiasmo por el rugby es enorme y los avances están a la vista. El rugby de la provincia de Salta ha crecido de manera meteórica, no solo por el nivel de juego exhibido por su seleccionado, los clubes y jugadores, sino también porque el rugby se ha diseminado por muchas ciudades de esa provincia como las lejanas Metán y San Ramón de la Nueva Orán.

Al llegar al aeropuerto de la ciudad soy recibido por Emilio, el oficial de desarrollo de la provincia, y tenemos un cordial almuerzo para interiorizarnos de las jornadas que se llevarán a cabo.

Por la noche, asisto a la Unión de rugby de Salta y llevo adelante una charla para entrenadores en un marco de mucho interés y entusiasmo por parte de todos los participantes.

Por la noche, con mi mujer, cenamos junto con Adolfo Mimessi, Presidente de la Unión y varias personas representativas del rugby de esa provincia. Un momento muy ameno para interiorizarme de las problemáticas y el crecimiento del rugby de la región.

Terminada la cena regresamos al hotel para descansar. Al día siguiente me esperaría una jornada sumamente intensa.

El día comenzó muy temprano. Junto con los organizadores llegamos a la madrugada a las instalaciones del club Universitario de Salta y aguardamos a todas las delegaciones de los clubes que disputarían el encuentro de rugby infantil.

Fue un gran placer observar como más 500 niños de todas las localidades de Salta, de la Provincia de Jujuy e incluso de la hermana República de Bolivia se agolpaban desde temprano para disfrutar de las actividades programadas.

Pocos minutos después del inicio llegó raudamente el gobernador. Juan Manuel Urtubey se hizo presente para dar el discurso de bienvenida a todas las delegaciones. Para mi asombro, en esa disertación no ahorró elogios hacia mi persona y agradeció en varias oportunidades mi presencia. Un alago que me tomó completamente por sorpresa.

Durante un parate en medio del torneo, aprovechamos para almorzar junto con los organizadores en un lindo lugar acondicionado para ese encuentro.

Al acercarnos a degustar el banquete otra linda sorpresa me aguardaba. Mi lugar en la mesa estaba reservado entre Juan Manuel Urtubey, gobernador de la provincia y Miguel Isa, intendente de la Ciudad. Aprovechamos la comida y la sobremesa para intercambiar opiniones de manera muy amena y sentí un grado de cercanía muy grande gracias al rugby.

Por un momento me sentí en mis anchas y pude confirmar aquello que sospechaba. El mismísimo Gobernador me manifestó que había jugado conmigo en el SIC un par de partidos en la categoría Menores de 19 y que recordaba con cariño a varios compañeros.

Sobre el final, el rugby ya había hecho su parte. A pesar de mis temores terminamos charlando como dos viejos amigos y me sentí alagado por el lugar de privilegio que me habían reservado.

Terminado el almuerzo me dirigí al quincho del club y pude dar una disertación sobre los valores del rugby a mas de 400 niños que participaron del encuentro de rugby infantil. Un momento muy lindo en medio de un clima de gran atención y escucha por parte de todos…

Salta constituye un escenario ideal para la práctica de nuestro deporte. Las altas esferas de poder tienen enorme simpatía por el rugby, su geografía invita a practicarlo y además cuentan con la cercanía y el acompañamiento de la poderosa provincia de Tucumán.

Sin dudas son un modelo a seguir. Felicitaciones a todos aquellos que hacen que el juego del rugby sea cada vez más grande en esta provincia, además de una herramienta fabulosa para transformar la comunidad en la que viven.

Nuevo libro "Rugby Kids" de Sebastian E. PERASSO

miércoles, 6 de mayo de 2015 0 comentarios

Nuevo libro -Rugby Kids- de Sebastian E. PERASSOEl presente libro constituye una herramienta indispensable para todos aquellos jugadores que transitan su etapa de infantiles.

Con un lenguaje simple y sencillo el autor pretende hacer un aporte integral, transitando en ese camino la historia del rugby y su costado formativo, como así también cuestiones reglamentarias, aspectos técnicos y los principios básicos del juego.

En síntesis, un homenaje a quienes constituyen el tesoro más preciado de nuestro deporte: los niños.

Nuevo libro -Rugby Kids- de Sebastian E. PERASSO

Competitivos

lunes, 15 de septiembre de 2014 0 comentarios

Los Pumas volvieron a caer en el Rugby Championship a manos de Australia, pero a pesar del mal partido y un comienzo en falso no perdieron el rumbo y el futuro es alentador.

La derrota de los Pumas frente a Australia en Gold Coast deja varias lecturas para ofrecer. Errores, imprecisiones y falencias en los inicios del juego marcaron la actuación del equipo en Australia.

Sin embargo, pese a lo marcado, el equipo tuvo la virtud de dejar "abierto el partido" durante los 80 minutos. Es decir que, sin jugar bien, Los Pumas estuvieron a tiro del rival hasta el último instante.

Todo ello enmarca la nueva jerarquía del equipo argentino. En ediciones anteriores transitar lejos de nuestra mejor versión significaba, con seguridad, recibir una goleada y asimismo la chance cierta de no poder marcar tries en el ingoal rival.

En Goald Coast, Los Pumas igualaron su record de tres conquistas en un Rugby Championship al igual que lo sucedido dos fechas atrás con los Springboks en Salta.

En las cuatro fechas de este Rugby Championship 2014, los Pumas obtuvieron punto bonus en tres. Una muestra inocultable de su crecimiento y su cercanía con la victoria.

Además, otra buena noticia para el presente del equipo. Se marcó por primera vez un try utilizando el kick como arma de ataque. Una variante que se le venía reclamando con insistencia para quebrar la marca de los tres colosos del sur.

Quedan dos funciones en este torneo y nuestros Pumas se han ganado el derecho a soñar. La Plata y Mendoza pueden convertirse en breve en los protagonistas de un anhelo largamente esperado. Allá vamos...

Por Sebastián Perasso para Norte Rugby.

Capitalizar la experiencia

martes, 12 de agosto de 2014 0 comentarios

La Columna de Sebastián PerassoPróximos al comienzo de una nueva edición del Rugby Championship el seleccionado argentino tiene una ardua tarea por delante. La columna de Sebastián Perasso.

Frente a los tres mejores equipos del mundo las posibilidades de prevalecer van a verse reducidas. No obstante, es importante que nuestros Pumas exhiban progresos en las distintas áreas y se muestren como un equipo competitivo.

Más allá de victorias o derrotas en la cancha, el reto o desafío de cualquier team pasa por ser un “verdadero equipo de rugby” con todo lo que ello implica. En este caso nadie podrá endilgar culpas ajenas pues esas metas dependen exclusivamente de uno mismo, al margen de la envergadura del rival.

Los grandes equipos se forman en la adversidad porque en tiempos turbulentos es donde aflora el carácter, se observa el entusiasmo y se vislumbra el verdadero compromiso.

» A continuación, diez razones que permiten vislumbrar que se ha formado un equipo de rugby:

1.- Cuando se subordinan y sacrifican los interés individuales en beneficio del interés colectivo.
2.- Cuando una derrota va acompañada de desencanto y tristeza pero no de furia o rabia.
3.- Cuando el abrazo y las arengas de los jugadores se suceden al final del partido y no al comienzo.
4.- Cuando las individualidades se elevan, se potencian y se complementan unas a otras.
5.- Cuando frente a un revés deportivo no existen reproches ni cuentas pendientes.
6.- Cuando la crítica hacia el grupo es siempre constructiva y no destructiva.
7.- Cuando cada partido es una lección aprendida.
8.- Cuando los jugadores persiguen los mismos objetivos y albergan idénticos sueños.
9.- Cuando la solidaridad, el compromiso y el entusiasmo vencen al egoísmo y al desinterés.
10.- Cuando después del partido los jugadores pueden mirarse de frente sin tener nada de que reprocharse…

Alguien dijo alguna vez que lo importante no es la experiencia sino las conclusiones que sacamos a partir de nuestra experiencia. De lo contrario, estaríamos condenados a repetir errores y tropezar siempre con la misma piedra.

El Rugby Championship 2013 ha dejado valiosas enseñanzas. Se hace imperiosa entonces la necesidad de no repetir errores y capitalizar una experiencia dura pero que puede ser enriquecedora.

En la antesala de un nuevo capítulo es bueno recordar las diez lecciones que entregó el último Rugby Championship.

1.- Ataque desde el scrum:

En un rugby cada vez mas físico y con menos espacio producto de defensas mas organizadas y miembros mas fuertes, rápidos y resistentes al cansancio, el desafío pasa por encontrar y aprovechar las instancias donde la defensa se encuentra agrupada. En ese sentido, los ataques desde el scrum (y del line out en menor medida) representan las mejores posibilidades de prevalecer. No existe otra instancia en el partido donde los defensores estén tan agrupados.

Ese panorama que implica mayor espacio para atacar, exige la necesidad de tomar riesgos si lo que pretendemos es obtener buenos réditos en la ofensiva. Si hay que elegir un momento para arriesgar ése debe ser en la primera fase y desde las formaciones fijas.

2.- Salidas no tradicionales:

Las salidas constituyen los inicios de juego con menor porcentaje de eficacia en la obtención. Esta comprobado que las salida ejecutadas a las plataformas preestablecidas de recepción generan un índice de obtención bajo.

Los All Blacks han comenzado una tendencia distinta que se debe tratar de capitalizar. Sus índices de obtención son mayores porque las salidas van dirigidas a lugares “poco ortodoxos o no tradicionales”.

Si un equipo cuenta con un buen kicker es posible prevalecer en la disputa, ya que tiene la chance de confrontar un especialista en salidas (ejemplo: un tercera línea) con un back.

3.- Conservar las fortalezas históricas:

Si hay algo que ha quedado comprobado en este torneo es que cuando equipo argentino descuida sus “banderas” y sus fortalezas históricas (tackle, scrum) los resultados son devastadores y cualquier plan de juego se desvanece. Se trata de crecer e incorporar cosas al juego sin perder nuestra propia identidad.

4.- Salir rápido del propio campo:

Una de las mayores falencias del equipo argentino durante el torneo fue su dificultad para salir rápido de su propio campo. Así, la mayoria de sus errores se convirtieron en puntos en contra.

Emilio “gringo” Perasso, entrenador del seleccionado argentino en la década del 70 y con un vínculo de mas de medio siglo con el rugby dice “que todo gran equipo juega siempre en campo del rival y cuando lo llevan a sus 22 metros vuela de allí rápidamente, con las manos o con el pié, pero rápidamente.”

5.- Confrontar con primeras líneas:

Si algo ha quedado de manifiesta en este Rugby Championship es que los equipos direccionan sus ataques a los flancos más débiles del contrario.

En ese sentido, las estadísticas señalan que un porcentaje muy alto de “quiebres” se ha dado cuando el atacante pudo confrontar en el 1 a 1 con defensores lentos como son los primeras líneas. Una lección que el equipo argentino debe tratar de capitalizar para el futuro.

6.- El pie como arma de ataque:

Los Pumas fueron el equipo que marcó menos tries (7), que corrió menos metros con la pelota (1722) y que logró menos quiebres (34).

Ese panorama descripto implica la necesidad de utilizar el pie como arma de ataque. Representa una falencia manifiesta porque nunca en ninguno de los seis partidos el equipo argentino utilizó el pie para atacar pese a las dificultades para avanzar con la pelota en las manos. Surge aquí la imperiosa necesidad de incorporar al Staff técnico un entrenador de patada que pueda desarrollar todo lo relativo al juego con el pie.

7.- Crecer en el aspecto mental:

Ante Sudáfrica en Mendoza o frente a Australia en Perth nuestros Pumas estuvieron cerca de la victoria. Sin embargo, fracasaron en los “momentos clave”, que es cuando se definen los partidos.

El rugby es una lucha mental, quien pretenda prevalecer e imponerse deberá vencer en esa batalla psicológica. Por ello no debe mostrar flaquezas en ningún momento. Sin embargo, como lo explica el inglés Jim Greenwood en su libro “Rugby Total”, existen ciertos pasajes de un partido en el que un equipo debe jugar con máxima intensidad, porque pone a prueba su fortaleza mental. Es lo que él llama “El rugby de tres minutos” ¿Cuáles son esos momentos? Los tres minutos del inicio y final de cada tiempo; los tres minutos posteriores a marcar o recibir puntos y los tres minutos posteriores a una interrupción prolongada. “Esos “mini-partidos” constituyen la prueba de fuego para cualquier team, porque quien domina en esos periodos tendrá el control mental del partido y en consecuencia estará en las mejores condiciones de prevalecer. Incorporar un psicólogo deportivo implica darles a los jugadores mayores herramientas para controlar los momentos de presión y elevar sus habilidades mentales en “momentos clave” como su automotivación, su autoconfianza o su autocontrol.

8.- Ataques selectivos:

Desde su propia confianza Los Pumas muchas veces atacaron sin precauciones y sin plan, todo ello con consecuencias directas sobre su propio ingoal.

Existe una certeza. El equipo no esta en condiciones de intercambiar ataque por ataque con los tres mejores del mundo sin sufrir consecuencias indeseables en el tanteador.

El conjunto argentino debe aprender a ser selectivo en sus ataques, para que éstos generen mejores réditos en la ofensiva y menos riesgos para su propio ingoal.

Utilizar el lado ciego, trabajar en el juego agrupado y elegir los flancos más débiles del contrario constituye una cuenta pendiente.

9.- El scrum como estandarte:

Ha quedado comprobado que cuando el scrum argentino fracasa las demás facetas del juego también se resienten.

Crecer en esa formación implica forjar una identidad como equipo y contar con un arma que sirva de valoración propia y preocupación ajena.

10.- Equipo reconocible:

En el Rugby Championship 2013 el equipo mostró dos caras. Una combativa y acorde a su historia y otra decididamente irreconocible.

El conjunto argentino debe trabajar fuertemente para que al margen de un resultado deportivo sea siempre un team reconocible en todas las canchas y bajo cualquier circunstancia.

Por Sebastián Perasso para Norte Rugby | @rugbydidactico

Los Pumas
» Notas relacionadas:
15- Los Pumas en la recta final.
14- "Sin complejos".
13- Por la buena senda.
12- Una aventura fascinante.
11- “El rugby internacional es cruel”.
10- El atroz encanto de entrenar.
09- La empatía como aptitud del entrenador.
08- La filosofía del entrenador.
07- El mejor entrenador.
06- El entrenador como constructor de relaciones.
05- La autoconfianza.
04- El aspecto mental del kick.
03- Héroes anónimos.
02- El espíritu del rugby.
01- El rugby como herramienta transformadora.

Los valores del rugby por Sebastian Perasso

viernes, 1 de agosto de 2014 0 comentarios

Los valores del rugby por Sebastian Perasso Compartimos la charla que dictó Sebastián Perasso en Chaco sobre los valores del rugby.

Los aspectos técnicos del mauling

martes, 3 de junio de 2014 0 comentarios

Los aspectos técnicos del maulingLa formación del maul es la que presenta más teorías respecto de la técnica apropiada para su implementación. La versión mas aceptada es el llamado “maul ingles” impulsada -obviamente- por el rugby británico.

Este método predica que el primer jugador en apoyo que llega al maul, debe empujar hacia delante y tomar la pelota. Con cuatro manos sobre la pelota se cumple el primer requisito básico que es asegurar lo más importante: la pelota.

Este primer apoyo llamado “asegurador” podrá conforme la situación específica, empujar de manera recta o bien arrancarle la pelota a su compañero y tomar la misma posición ofreciendo la pelota a sus demás compañeros a fin de alejar la pelota del contrario, evitando la disputa de la misma. Los siguientes dos jugadores llamados “consolidadores” consolidan la formación, y deben ubicarse uno a cada lado del portador de la pelota apuntalándolo, pero sin intervenir en el canal de manejo de la misma.

La justificación de este sistema suena lógico, primero debe asegurarse la pelota, porque sin pelota no hay posesión y luego de ello recién aislarla de la oposición.

Otro sistema denominado “método Gales” y propiciado por el Gales Ian Williams entre otros, establece que los primeros dos jugadores deben ligarse por sobre la espalda del portador, porque de esa manera logran aislar la pelota de la oposición y proteger la posesión.

Mi criterio personal es que ambos sistemas son plenamente válidos, pero la implementación de uno u otro método dependerá de cada caso puntual.

En los mauls provocados por ejemplo, como es el caso de los producidos luego de un line out, es normal que por tener a los primeros apoyos en la misma línea se pretenda en primera medida aislar la pelota del contrario utilizando el sistema galés. Por el contrario, en los mauls espontáneos, producidos por la detención de un ataque, cualquiera de las dos variantes técnicas son valederas, atendiendo a cada necesidad específica que plantea el juego en ese momento.

Otro aspecto importante a dilucidar es cual sería la forma más conveniente o apropiada que debe tener un maul para que se logre alcanzar los mejores dividendos en lo que a la tarea de avanzar se refiere.

Mi percepción personal me indica que cualquier objeto con forma de triangulo, es decir con una base amplia atrás y un punto de contacto pequeño, constituye la pirámide ideal para penetrar un objeto.

No hay dudas que una aguja o alfiler es más penetrante e incisivo que un objeto más ancho como un dado; por lo que en igual sentido, si el maul logra tener un ángulo de contacto pequeño con el oponente y progresivamente una base cada vez más amplia, entonces toda la fuerza podrá recaer en un punto fijo más reducido y en consecuencia se potenciarán las posibilidades de avanzar en el campo de juego.

En resumen, todo la fuerza debe confluir sobre un pequeño punto de impacto, de lo contrario cuanto más grande sea el punto de contacto, mayor será la dispersión que se produzca con esa fuerza.

Otro aspecto relevante es el de determinar la posición que debe tener el cuerpo de quien empuja o desplaza la formación. En ese sentido empujar más bajo que el contrario y con la espalda derecha potencia el empuje ya que permite canalizar y transmitir toda la fuerza.

Así, la técnica, la coordinación y el dominio del empuje en el scrum debe ser el modelo a tratar de alcanzar en esta formación.

Por último, los factores clave que intervienen en el maul son los mismos que en el ruck, por lo que son enteramente aplicables a esta formación.

Es decir, todo lo referente apoyo; posición del cuerpo; el impulso y la actitud. Sin embargo, algunas consideraciones puntuales son las siguientes: - La posición del cuerpo es vital por lo que empujar bajo y con los hombros; y con la espalda derecha es esencial. Por fin, la actitud en el maul vislumbra de manera acabada el estado de ánimo del equipo. Aquel equipo que ofrece poca resistencia al empuje del contrario, vislumbra y demuestra un panorama de poca adhesión, mentalidad o contracción al trabajo duro. Por ello, es una prueba de fuego para todo equipo salir airoso de la lucha en el maul, porque el ímpetu de un equipo se observa en esa formación.

En sintesis, un maul ideal es aquel en el que confluyen una fuerza provista de los siguientes caracteres:

Maul ideal - empuje: * Coordinado * Dirijido * Bajo

Para que el empuje de los forwards sea coordinado, los jugadores deberán estar correctamente agarrados y empujar todos juntos en el mismo momento a fin de formar una fuerza compacta. De lo contrario, habrá tan solo un grupo de voluntades dispersas que dilapidarán energia obteniendo muy pocos reditos.

Para que el empuje sea dirigido es necesario un conductor o estratega fuera de la formación.

Si el pack que esta conformando un maul, cuenta con un jugador (medio scrum) que conduzca la formacion hacia el lugar mas débil o vulnerable del oponente, entonces los dividensos serán mayores. Para un empuje ideal, es necesario que se diriga al lugar ideal, por lo que es indispensable que un jugador tenga la decision de conducir los ataques y decidir los giros mas convenientes.

Indudablemente ese jugador debe estar fuera del maul porque podrá observar el panorama con mayor claridad y en definitiva estará capacitado para tomar mejores decisiones.

Que el empuje sea bajo implica que sus integrantes esten formados más bajos que el contrario y con sus espaldas derechas para lograr transmitir la fuerza.

Bajo esas condiciones técnicas, es indudable que la fuerza del empuje del pack se potencia de manera considerable. Por el contrario, si los jugadores estan erguidos se malgastará la fuerza ejercida sobre la formacion y obviamente las posibilidades de avanzar se verán reducidas.

Por Sebastián Perasso para Norte Rugby | @rugbydidactico

El punt kick o puntapié

miércoles, 23 de abril de 2014 0 comentarios

El punt kick o puntapiéEn una nueva columna Sebastián Perasso analiza una de la clases de patadas tácticas del juego.

El razonamiento básico que debe tener todo jugador cuando ejecuta un kick es que éste debe responder a tres situaciones concretas.

1. Patear resignando la posesión pero ganando terreno (ejemplo: en situaciones de extrema defensa).
2. Patear a un lugar donde el equipo esté en mejores condiciones que el contrario para recuperar la posesión (ejemplo: sombrero o rastrón atrás de la defensa).
3. Patear a un lugar en el campo de juego donde el rival tendrá indefectiblemente que devolver la posesión por el sistema de presión ejecutado. (ejemplo: patadas al fondo).

Asimismo, existen diferentes clases de patadas que conllevan un elemento táctico. Todas ellas son igualmente validas y provechosas en la medida que se elija correctamente cuando y donde debe ejecutarse cada una.

El punt kick o puntapié es la patada que se utiliza mas frecuentemente durante un partido, de manera que todos los jugadores deben apuntar a dominarla. La técnica del puntapié es una técnica compleja pues en ella intervienen varios factores clave relacionados con la colocación de la pelota, el impulso de la pierna y el contacto. Si el jugador falla en alguno de ellos, es muy factible que el kick sea defectuoso.

Algunas consideraciones de orden técnico que pueden resultar útiles son las siguientes: Colocación de la pelota:

- El pie siempre debe estar rígido de manera que éste sea la continuación de la pierna. Por lo general un kick deficiente es consecuencia de un pie suelto.
- Se debe sostener la pelota con la mano y tan solo dejarla caer. Ello significa que no se debe tirar la pelota para arriba, ni tampoco empujarla para abajo, porque ambas opciones aumentan considerablemente el margen de error.
- Se debe soltar la pelota en la misma forma en que ha sido colocada. Esto es, no cambiar el ángulo en que ha sido puesta la pelota. No cumplir esa premisa puede también acrecentar las chances de cometer un error técnico.
- Acortar la distancia de transferencia de la pelota que esta en la mano hacia el pie, es decir ejecutar un lanzamiento corto que reduzca la posibilidad de error. Contacto con la pelota:
- Se debe incorporar el concepto de atravesar la pelota y que el pie continúe el movimiento luego del impacto. Ello le dará más fuerza y precisión a la ejecución. El pie debe recorrer el camino mas largo posible. Los grandes pateadores con frecuencia llevan su pie hasta la altura del hombro.
- Terminar el movimiento hacia delante para “tirarle todo el peso del cuerpo” a la patada.
- Al final del movimiento las manos deben apuntar al pie tanto tiempo como sea posible.
- Es importante que las piernas no se crucen. Es decir, continuar el movimiento derecho. El movimiento de la pierna no es en espiral o cruzado sino recto. Por ultimo, nunca debe perderse de vista la pelota. Es esencial que se preste atención a la pelota y no al blanco.

David Alred, quien fuera asesor de kicks del seleccionado australiano, decía que no se debe mirar toda la pelota al ejecutar una patada, sino que se debe pensar que dentro de ella, en el centro, hay una más pequeña al que llama “el lugar dulce”. Ese es el sitio al que debe apuntar el pateador cuando desea hacer contacto la pelota. Además, ello lleva a apuntar al centro de la pelota, evitando hacer contacto en las puntas o bordes de la pelota.

Por Sebastián Perasso para Norte Rugby | @rugbydidactico

Liderazgos

miércoles, 12 de marzo de 2014 0 comentarios

La columna de Sebastián PerassoEn una nueva columna Sebastián Perasso analiza los aspectos claves del liderazgo.

Si nos avocamos a la definición la palabra liderazgo refiere a la capacidad para influir sobre los demás.

En otro palabras es el arte de aunar voluntades y capacidades, es decir el querer y el saber.

En ese contexto, el líder es aquel que ejerce influencia sobre los demás. Una influencia que puede tener distintas fuentes.

Están aquellos que influyen desde su talento; otros en cambio utilizan la palabra encendida y su capacidad para comunicar.

Hay algunos que lideran desde su templanza y temperamento, y otros contagian con el propio ejemplo.

Todos, desde distintos lugares y bajo perfiles muy disimiles logran llegar a otras personas e influirlas de manera marcada.

No obstante, está visto que el liderazgo que se ejerce no siempre es positivo.

Puede resultar que la influencia del líder lejos de ser un aporte valioso, pueda ser nociva para los demás.

En el deporte hay muchos ejemplos en ambos sentidos. Los liderazgos positivos logran generar un círculo virtuoso en aquellos que rodean al líder.

Éstos se caracterizan por moldear un ambiente agradable en donde cada miembro conoce su rol y se enriquece bajo la sombra del líder. “Hacer mejores a mis compañeros es lo que más valoro de mi carrera” decía Magic Johnson, gran ejemplo de liderazgos virtuosos dentro del deporte.

Por el contario, están aquellos liderazgos nocivos para el grupo. Ello es así cuando los jugadores que son influidos por el líder, lejos de elevar su rendimiento individual experimentan un nivel bajo, producto de una atmosfera cargada de egos, inseguridad, desconfianza, desmotivación y mala vibra.

¿Cuándo descubrimos que un liderazgo es nocivo? Cuando el líder, más allá de su propio rendimiento personal, lejos de elevar el rendimiento de sus compañeros influye negativamente sobre ellos.

El líder positivo no es aquel que juega bien a la disciplina que practica. Es mucho más profundo y multifacético. Ejerce un liderazgo virtuoso aquel que logra que sus compañeros o dirigidos estén gusto, implicados, comprometidos y disfrutando de la tarea, a mas de sentirse realizados y unidos hacia un objetivo concurrente.

¿De qué manera un líder negativo puede extender su influencia o dominio? A través de maneras diversas. Tomando responsabilidades que no le competen, ya sea por el puesto que ocupa o por su capacidad. En ese caso está impidiendo el crecimiento de otros porque bajo su sobra protectora muchos jugadores no asumen sus responsabilidades y dentro de ese contexto no logran madurar, evolucionar y crecer como deportistas.

Otro ejemplo es el de aquellos líderes que debido a su manera de desenvolverse, a su forma de expresarse o en última instancia a su manera de ser, contaminan ambientes sanos y no crean desde su lugar las condiciones necesarias para potenciar el rendimiento colectivo de un equipo.

En rigor, el líder tiene la capacidad para influir sobre los demás. Pero, más allá de ese importante atributo de la personalidad, los entrenadores y quienes colaboran con el juego deben tener la capacidad para visualizar si los liderazgos que se construyen a su alrededor constituyen un factor positivo para el grupo o lejos de serlo pueden convertirse en algo nocivo para todo el conjunto.

Por Sebastián Perasso para Norte Rugby | @rugbydidactico

El Rugby Argentino y una competencia de calidad

martes, 25 de febrero de 2014 0 comentarios

La columna de Sebastián PerassoEl comienzo de 2014 ha deparado un panorama auspicioso para nuestra competencia rugbística, tanto domestica como para aquellos que forman parte de la alta competencia internacional.

No hay dudas de que uno de los pilares en los que se apoya un proceso de crecimiento y evolución de un equipo radica en la posibilidad de contar con una competencia de calidad.

Muchos equipos o seleccionados tienen en ese ítem un problema mayúsculo que les impide un crecimiento sostenido en el tiempo.

La falta de competencia calificada genera que muchos esfuerzos queden truncos. Ese contexto huérfano de rivales competitivos provoca que una preparación individual y una planificación y organización adecuada no redunde en un salto de calidad y en un rendimiento colectivo superior.

Así las cosas, el rugby argentino cuenta hoy con buenas señales en ese aspecto.

En el plano doméstico el comienzo del Nacional de Clubes representa a todas luces una buena noticia, porque mas allá de la tan ansiada integración, constituye la posibilidad de agrupar en una misma competencia a los mejores conjuntos del país.

La conformación de los equipos participantes deja vislumbrar un par de aspectos para destacar.

El crecimiento de muchos clubes del interior es evidente. Y ese crecimiento ya no es privativo de unos pocos sino que el desarrollo global (nivel de juego, instalaciones, calidad de jugadores) se ha diseminado a muchas instituciones deportivas.

Surge la ratificación del crecimiento de algunos equipos sin tanta jerarquía y tradición en el plano nacional. Dentro de ese grupo cabe citar al club Santiago Lawn Tennis.

El equipo de la Provincia de Santiago del Estero lleva varias temporadas de ascenso y superación permanente, y el nuevo desafío que significa participar de la principal cita rugbística del país lo encuentra con un nivel de entusiasmo y motivación superlativo, acorde con su característico fanatismo por este deporte.

A continuación un dato no menor que enmarca y representa con nitidez la paridad de muchos equipos y su crecimiento sostenido. Santiago Lawn Tenis accedió al Nacional de clubes luego de vencer a los dos campeones vigentes del torneo del NOA, es decir a Huirapuca y Cardenales.

Volviendo al plano internacional, el debut en un nuevo torneo como la Pacific Rugby Cup les otorga a los mejores jugadores del país una competencia de calidad, superior a la que tenían con la Vodacom Cup sudafricana.

Está claro que la dificultad será mayúscula. No solo por el nivel de juego de los rivales de turno, sino porque el equipo argentino tendrá un escenario distinto al habitual en cada presentación.

La velocidad de juego de los equipos australianos (ACT Brumbies A y New South Wales A) sumado a la dureza de los conjuntos isleños (Samoa A, Tonga A y Fiyi) configuran un escenario de cuidado donde Los Pampas deberán adecuarse a un ritmo de juego distinto y a un rugby al que no están acostumbrados.

Por su parte, Los Pumas ingresan en 2014 a la tercera temporada del Rugby Championship. Todo ello sumado a la posibilidad cierta de que un equipo argentino se integre y participe del Super Rugby, torneo que agrupa a franquicias de Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda. Es decir un panorama ni siquiera soñado hace algún tiempo atrás.

No obstante, entre tantos compromisos deportivos, queda latente el mayor reto para el rugby argentino. El de poder transformar mayor competencia deportiva en mejor nivel de juego. Todo está por verse.

Por Sebastián Perasso para Norte Rugby.

Impredecibles

miércoles, 13 de noviembre de 2013 0 comentarios

La Columna de Sebastián Perasso: Impredecibles.Sebastián Perasso analiza la presentación de Los Pumas frente a Inglaterra e indicó que para un team no debe haber nada más movilizante y generador de energía que una renovación en la conducción del plantel.

En los últimos tiempos poder precisar con cierto grado de eficacia la performance del conjunto argentino se ha transformado en una empresa absolutamente incierta.

Cada actuación de Los Pumas navega hasta el final con enormes dosis de incertidumbre.

Por otra parte, es difícil encasillar actuaciones cuando un equipo muestra caras tan distintas, incluso durante un mismo partido.

Lo que sí es cierto es que cuando algunas facetas del juego se recomponen, otras se destartalan a toda velocidad.

En ese contexto, la victoria de Inglaterra frente a Los Pumas por 31 a 12 en Twickenham confirmó las presunciones que a priori podía entregar el equipo. Un primer tiempo flojo y un segundo periodo más acorde a su esencia y a su propia historia.

Posiblemente coincidamos. Para un team no debe haber nada más movilizante y generador de energía que una renovación en la conducción del plantel.

Todo cambio de coach renueva energías, genera ilusiones y enciende sueños y desafíos. Con un nuevo entrenador crecen las expectativas y se respira un optimismo mucho mayor. El optimismo que nace de cualquier desafío nuevo que se aborda.

Dentro de ese marco, cuesta entender que un nuevo proceso se inicie de manera tan chata, con un primer tiempo empecinado en entregar respuestas tan bajas. Tres tries y 24 puntos en contra en esa primera etapa son difíciles de digerir para cualquier equipo que tiene el valor agregado de energizarse con nuevos aires en la conducción.

La respuesta de Los Pumas en la segunda etapa tampoco se puede encuadrar dentro de un contexto lógico. Cuando el equipo tenía los justificativos para mostrar fisuras anímicas y desgaste físico otra vez eludió la lógica y brindó respuestas satisfactorias dentro del campo de juego.

En aquella segunda etapa, Los Pumas jugaron otro encuentro durante el mismo partido. El dominio de la posesión y el territorial cambio radicalmente de dueño. Los Pumas tuvieron el dominio de la pelota (66% a 43%) y no dejaron que el equipo ingles generara peligro alguno.

El equipo argentino estuve firme y no paso sobresaltos en defensa. Sobre el final, esa sensación de invulnerabilidad que mostraron Los Pumas se desvaneció en el momento menos pensado. A falta de 3 minutos para terminar el match, y en la única acción de peligro en el segundo tiempo, Ben Morgan quebró un par de marcas y apoyó en soledad debajo de los palos.

Aquí también una muestra más de los cambios bruscos en la performance del equipo.

Con los vaivenes y matices lógicos de cualquier equipo en formación, Los Pumas deben ser un equipo reconocible en cualquier circunstancia. Esa deuda, mas allá de triunfos o derrotas, constituye la primera cuenta pendiente que el equipo necesita saldar.

Por Sebastián Perasso para Norte Rugby.