La ovalada con aroma de mujer
En cada rincón de la provincia de Salta las mujeres se van afianzando en la práctica de este deporte y muchas de ellas invitan a sumarse a esta disciplina que, además del juego, enseña muchos valores.
El rugby femenino sigue creciendo en la provincia y cada vez son más las mujeres interesadas en sumarse a esta disciplina. Varias jugadoras de diferentes clubes dieron sus sensaciones e invitaron a aquellas que aún no se animan a practicarlo, que se acerquen y sean parte de esta gran familia.
Victoria Chali, de Católica Rugby Club, fue una de las primeras en comentar su historia ligada al rugby femenino.
“Juego hace 7 años, soy jugadora y nexo entre la comisión directiva del club y las integrantes del equipo. Comencé porque fui a ver un partido de mis amigas y me gustó. Me motiva el saber que todas tenemos que empujar para un mismo lado para lograr algo en común. Lo que más me gusta del rugby es la familia que se forma en el club, pero también me gusta esa adrenalina que sentís dentro de la cancha cuando corrés para tacklear o meter un try para tu equipo”, sostuvo Chali.
Guillermina Cordeyro, de Zenta Rugby Club, dio su mirada sobre este deporte: “Tengo el rol de capitana tratando de llevar al equipo adelante, y mejorar todos los días para ellas. Estoy muy contenta con esto. Me motiva saber que cada día se suman más chicas a esto que es el rugby femenino. Lo que más me gusta del rugby es que a pesar de que es un deporte ‘rudo’, te deja muchos valores y enseñanzas”.
Guadalupe Soria, de la Academia RC y referente femenino de la URS, contó su experiencia: “Empecé en el 2013 como jugadora de Católica, a mí me cambió la vida, me motivó a ser una persona con hábitos saludables y eso quiero transmitirles a las mujeres, siempre darles el ejemplo a mis hijos a través del deporte. Invito a las mujeres y niñas a practicar este deporte porque necesitamos que este deporte crezca, hay lugar para todas, solo hay que tener las ganas de capacitarse”.
Anabella Resuche juega en Tartagal Rugby Club y desde el norte le contó a El Tribuno sus sensaciones: “Estoy en este deporte desde 2013, actualmente cumplo el rol de capitana. Si bien es una responsabilidad grande tratar de guiar con el ejemplo a mis compañeras, me siento bien. Empecé a jugar hockey a fines de 2012 en el complejo deportivo de Mosconi, en ese momento se armó el equipo de rugby femenino y no dudé en cruzarme de cancha. El rugby me dio mucho y es por eso que quiero seguir, ya sea desde cualquier rol, para poder devolverle un poco”.
Florencia Fernández, de Rosario Rugby Club, en otro de los testimonios: “Juego al rugby hace 8 años, cumplo el rol de capitana y entrenadora. Me siento muy bien al cumplir esos papeles porque les transmito a mis compañeras y alumnas saberes para que se superen día a día ellas mismas. Comencé porque una amiga me invitó a un entrenamiento y me gustó, desde ese momento sentí que el rugby era parte de mi vida. Es un deporte que te enseña a ser mejor persona por los valores que te deja”.
Marianela Lescano, de Tiro Federal, es árbitro de rugby: “Comencé a los 16 años el curso de árbitros y desde que lo finalicé soy referee. Comencé viendo entrenamientos y partidos de rugby de mis hermanos, y fue en uno de esos partidos que vi a árbitros femeninas y entonces me animé a hacer el curso de árbitros. Mi motivación es siempre ser mejor para que los jugadores tengan un mejor árbitro, mi familia y mi club que me apoyan muchísimo en esto”.
Delfina López, de Vikingos Rugby Club, remarcó: “Cumplo el rol de capitana y me hace feliz porque veo reflejado todo el esfuerzo que hago en mi puesto y en los partidos. Comencé sin saber nada, vi publicidades en redes sociales de Vikingos que invitaba a las mujeres que se sumen, ya que era rugby desde cero y con el tiempo fuimos aprendiendo y amando el deporte gracia a los entrenadores”.
María Cabaña, UNSa Rugby, también es formadora: “Soy jugadora y entrenadora de la división juvenil femenina de mi club y referee. Ser entrenadora de las juveniles me da mucha satisfacción, sentir que transmito el conocimiento y valores que me enseñaron lo es todo”.
Por último, Noelia Pozo, de la Academia RC, expresó: “Comencé al ver una nota en el diario donde decía que se había formado un equipo de rugby femenino, me interesó, me acerqué y me recibieron todas con los brazos abiertos. Me motiva la pasión, la fuerza interior y la garra que hay que poner en la cancha y cuando estoy en ella siento que nadie me puede parar. Me gusta el compañerismo y el apoyo que encontré en el club, es tu otra familia, tu segunda casa”.
Fuente: Diario El Tribuno.
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