Capitalizar la experiencia
Próximos al comienzo de una nueva edición del Rugby Championship el seleccionado argentino tiene una ardua tarea por delante. La columna de Sebastián Perasso.
Frente a los tres mejores equipos del mundo las posibilidades de prevalecer van a verse reducidas. No obstante, es importante que nuestros Pumas exhiban progresos en las distintas áreas y se muestren como un equipo competitivo.
Más allá de victorias o derrotas en la cancha, el reto o desafío de cualquier team pasa por ser un “verdadero equipo de rugby” con todo lo que ello implica. En este caso nadie podrá endilgar culpas ajenas pues esas metas dependen exclusivamente de uno mismo, al margen de la envergadura del rival.
Los grandes equipos se forman en la adversidad porque en tiempos turbulentos es donde aflora el carácter, se observa el entusiasmo y se vislumbra el verdadero compromiso.
» A continuación, diez razones que permiten vislumbrar que se ha formado un equipo de rugby:
1.- Cuando se subordinan y sacrifican los interés individuales en beneficio del interés colectivo.
2.- Cuando una derrota va acompañada de desencanto y tristeza pero no de furia o rabia.
3.- Cuando el abrazo y las arengas de los jugadores se suceden al final del partido y no al comienzo.
4.- Cuando las individualidades se elevan, se potencian y se complementan unas a otras.
5.- Cuando frente a un revés deportivo no existen reproches ni cuentas pendientes.
6.- Cuando la crítica hacia el grupo es siempre constructiva y no destructiva.
7.- Cuando cada partido es una lección aprendida.
8.- Cuando los jugadores persiguen los mismos objetivos y albergan idénticos sueños.
9.- Cuando la solidaridad, el compromiso y el entusiasmo vencen al egoísmo y al desinterés.
10.- Cuando después del partido los jugadores pueden mirarse de frente sin tener nada de que reprocharse…
Alguien dijo alguna vez que lo importante no es la experiencia sino las conclusiones que sacamos a partir de nuestra experiencia. De lo contrario, estaríamos condenados a repetir errores y tropezar siempre con la misma piedra.
El Rugby Championship 2013 ha dejado valiosas enseñanzas. Se hace imperiosa entonces la necesidad de no repetir errores y capitalizar una experiencia dura pero que puede ser enriquecedora.
En la antesala de un nuevo capítulo es bueno recordar las diez lecciones que entregó el último Rugby Championship.
1.- Ataque desde el scrum:
En un rugby cada vez mas físico y con menos espacio producto de defensas mas organizadas y miembros mas fuertes, rápidos y resistentes al cansancio, el desafío pasa por encontrar y aprovechar las instancias donde la defensa se encuentra agrupada.
En ese sentido, los ataques desde el scrum (y del line out en menor medida) representan las mejores posibilidades de prevalecer. No existe otra instancia en el partido donde los defensores estén tan agrupados.
Ese panorama que implica mayor espacio para atacar, exige la necesidad de tomar riesgos si lo que pretendemos es obtener buenos réditos en la ofensiva. Si hay que elegir un momento para arriesgar ése debe ser en la primera fase y desde las formaciones fijas.
2.- Salidas no tradicionales:
Las salidas constituyen los inicios de juego con menor porcentaje de eficacia en la obtención. Esta comprobado que las salida ejecutadas a las plataformas preestablecidas de recepción generan un índice de obtención bajo.
Los All Blacks han comenzado una tendencia distinta que se debe tratar de capitalizar. Sus índices de obtención son mayores porque las salidas van dirigidas a lugares “poco ortodoxos o no tradicionales”.
Si un equipo cuenta con un buen kicker es posible prevalecer en la disputa, ya que tiene la chance de confrontar un especialista en salidas (ejemplo: un tercera línea) con un back.
3.- Conservar las fortalezas históricas:
Si hay algo que ha quedado comprobado en este torneo es que cuando equipo argentino descuida sus “banderas” y sus fortalezas históricas (tackle, scrum) los resultados son devastadores y cualquier plan de juego se desvanece. Se trata de crecer e incorporar cosas al juego sin perder nuestra propia identidad.
4.- Salir rápido del propio campo:
Una de las mayores falencias del equipo argentino durante el torneo fue su dificultad para salir rápido de su propio campo. Así, la mayoria de sus errores se convirtieron en puntos en contra.
Emilio “gringo” Perasso, entrenador del seleccionado argentino en la década del 70 y con un vínculo de mas de medio siglo con el rugby dice “que todo gran equipo juega siempre en campo del rival y cuando lo llevan a sus 22 metros vuela de allí rápidamente, con las manos o con el pié, pero rápidamente.”
5.- Confrontar con primeras líneas:
Si algo ha quedado de manifiesta en este Rugby Championship es que los equipos direccionan sus ataques a los flancos más débiles del contrario.
En ese sentido, las estadísticas señalan que un porcentaje muy alto de “quiebres” se ha dado cuando el atacante pudo confrontar en el 1 a 1 con defensores lentos como son los primeras líneas. Una lección que el equipo argentino debe tratar de capitalizar para el futuro.
6.- El pie como arma de ataque:
Los Pumas fueron el equipo que marcó menos tries (7), que corrió menos metros con la pelota (1722) y que logró menos quiebres (34).
Ese panorama descripto implica la necesidad de utilizar el pie como arma de ataque. Representa una falencia manifiesta porque nunca en ninguno de los seis partidos el equipo argentino utilizó el pie para atacar pese a las dificultades para avanzar con la pelota en las manos.
Surge aquí la imperiosa necesidad de incorporar al Staff técnico un entrenador de patada que pueda desarrollar todo lo relativo al juego con el pie.
7.- Crecer en el aspecto mental:
Ante Sudáfrica en Mendoza o frente a Australia en Perth nuestros Pumas estuvieron cerca de la victoria. Sin embargo, fracasaron en los “momentos clave”, que es cuando se definen los partidos.
El rugby es una lucha mental, quien pretenda prevalecer e imponerse deberá vencer en esa batalla psicológica. Por ello no debe mostrar flaquezas en ningún momento.
Sin embargo, como lo explica el inglés Jim Greenwood en su libro “Rugby Total”, existen ciertos pasajes de un partido en el que un equipo debe jugar con máxima intensidad, porque pone a prueba su fortaleza mental. Es lo que él llama “El rugby de tres minutos” ¿Cuáles son esos momentos? Los tres minutos del inicio y final de cada tiempo; los tres minutos posteriores a marcar o recibir puntos y los tres minutos posteriores a una interrupción prolongada.
“Esos “mini-partidos” constituyen la prueba de fuego para cualquier team, porque quien domina en esos periodos tendrá el control mental del partido y en consecuencia estará en las mejores condiciones de prevalecer.
Incorporar un psicólogo deportivo implica darles a los jugadores mayores herramientas para controlar los momentos de presión y elevar sus habilidades mentales en “momentos clave” como su automotivación, su autoconfianza o su autocontrol.
8.- Ataques selectivos:
Desde su propia confianza Los Pumas muchas veces atacaron sin precauciones y sin plan, todo ello con consecuencias directas sobre su propio ingoal.
Existe una certeza. El equipo no esta en condiciones de intercambiar ataque por ataque con los tres mejores del mundo sin sufrir consecuencias indeseables en el tanteador.
El conjunto argentino debe aprender a ser selectivo en sus ataques, para que éstos generen mejores réditos en la ofensiva y menos riesgos para su propio ingoal.
Utilizar el lado ciego, trabajar en el juego agrupado y elegir los flancos más débiles del contrario constituye una cuenta pendiente.
9.- El scrum como estandarte:
Ha quedado comprobado que cuando el scrum argentino fracasa las demás facetas del juego también se resienten.
Crecer en esa formación implica forjar una identidad como equipo y contar con un arma que sirva de valoración propia y preocupación ajena.
10.- Equipo reconocible:
En el Rugby Championship 2013 el equipo mostró dos caras. Una combativa y acorde a su historia y otra decididamente irreconocible.
El conjunto argentino debe trabajar fuertemente para que al margen de un resultado deportivo sea siempre un team reconocible en todas las canchas y bajo cualquier circunstancia.
Por Sebastián Perasso para Norte Rugby | @rugbydidactico
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14- "Sin complejos".
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10- El atroz encanto de entrenar.
09- La empatía como aptitud del entrenador.
08- La filosofía del entrenador.
07- El mejor entrenador.
06- El entrenador como constructor de relaciones.
05- La autoconfianza.
04- El aspecto mental del kick.
03- Héroes anónimos.
02- El espíritu del rugby.
01- El rugby como herramienta transformadora.
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