El mundo al que fueron invitados Los Pumas
A partir del 18 de agosto y durante cuatro temporadas deberán afrontar una especie de Mundial, nada menos que jugando un torneo con los tres mejores del planeta, ida y vuelta.
No es novedad que los Pumas estén en esta época del año alistándose físicamente en el Athletes Performance ubicado en Pensacola. Ya lo hicieron en 2007 y 2011. Sí lo es que no lo hagan previo a una Copa del Mundo. Porque a partir del 18 de agosto y durante cuatro temporadas deberán afrontar una especie de Mundial, nada menos que jugando un torneo con los tres mejores del planeta, ida y vuelta. Así, el rugby argentino empezará a incorporar a su diccionario The Rugby Championship, que será, en todo este tiempo, su gran apuesta.
¿Pero dónde es que irán a competir los Pumas más allá de sus enfrentamientos con All Blacks, Springboks y Wallabies? Al mundo de la Sanzar, una empresa creada por las Uniones de esos tres países en 1996, un año después que la International Rugby Board (IRB) abriese sus puertas al profesionalismo. La razón del nacimiento de ese nuevo órgano de poder dentro del rugby mundial tuvo dos emprendimientos: el Súper 12 y el Tri Nations. Este último, la joya de sus competencias. Y del negocio.
Desde aquel 1996, la Sanzar creció de manera asombrosa gracias al poder de juego y a la infraestructura rugbística de sus países, pero también porque rápidamente incorporó las leyes del mercado del deporte superprofesional. Delante de la IRB, incluso. Transformó al rugby en un show fuera de la cancha, fue pionero en cambios de reglas (en pos de ese espectáculo) y edificó una maquinaria comercial con un punto vital en su contrato televisivo a 10 años con News Limited (del magnate australiano de los medios Rupert Murdoch) a cuestión de 555 millones de dólares.
El Súper Rugby se extendió a 15 franquicias y ahora también la Sanzar agrandó su Tri Nations, transformándolo en el Rugby Championship, con la incorporación de los Pumas. Con ello se aseguró otra cabeza de playa en esta parte del mundo. A través de la TV, ya llega al Reino Unido, Francia, Italia, Indonesia, Japón, Hong Kong, Malasia, Canadá, Estados Unidos y los países del Pacífico Sur, entre otros.
La Sanzar es el negocio del rugby en su más fuerte expresión. ¿Y cómo ingresa la Argentina en ese contexto? No es socia, sino invitada, por lo cual quedará al margen del grueso del movimiento económico. La única ganancia que tendrá la UAR, además de la de sus propios sponsors, que aumentaron en cantidad y en dinero por éste nuevo torneo, es por la venta de los derechos a ESPN de los partidos que se jueguen en el país, más lo que se recaude por venta de entradas. Es más. La Sanzar, que se hace cargo de los traslados y alojamientos de los 4 seleccionados, recibió una partida extra por el ingreso de los Pumas. No de la Argentina, sino de la IRB, que desembolsó 10 millones de dólares por 4 años en concepto de indemnización por supuestas pérdidas en el turismo y en la venta de entradas.
La próxima jugada de Agustín Pichot es que la UAR sea aceptada como socia. Antes, claro, queda mucho por recorrer. Sobre todo, con la marcha de los Pumas. Pero lo cierto es que aunque sea en carácter de invitado, el rugby argentino entró en otro mundo del rugby. El que propone la Sanzar.
Fuente: Jorge Búsico | Diario LA NACION.
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