Julio Bach el primer rugido tucumano
Entrevista al primer jugador tucumano que vistió la camiseta de Los Pumas: Julio Bach, un símbolo del rugby en el Jardín de La República.
- ¿Cómo está? Gracias por venir…
- Gracias a ustedes. ¿Nos sentamos y tomamos algo?
- El mozo llega con café para dos y se enciende la charla entre trofeos, galardones y viejas camisetas. Hay un galardón que lo menciona con nombre y apellido y Bach recuerda: “Empecé a jugar al rugby ante de los 12 años, por que mi familia perteneció a este deporte. Jugué con mis dos hermanos, Gerardo (pilar) y Fernando (centro) en la Primera División de Tucumán Rugby y en el Seleccionado de los años 70”.
- ¿De qué puesto?
- Tercera línea, pero jugaba de lo que hacía falta. Hasta pateaba a los palos.
- ¿Época de la famosa camiseta marrón que luego fue naranja?
- Si, justamente en ese tiempo se pasa de la marrón a la hoy naranja. No había mucho presupuesto en la Unión Argentina en esa etapa, así que cambiar el color de camiseta nos costó mucho. El marrón, de tanto usarse se volvió gris y no resaltábamos en la cancha. Por suerte el rugby empezó a crecer en ese tiempo y todo comenzó a mejorar.
- ¿Por ejemplo?
- En las infraestructuras de los clubes, el la posibilidad de medirnos con equipos que antes nunca pudimos enfrentar. Los dirigentes trabajaron mucho en lo que hoy son los clubes de Tucumán. Te doy un ejemplo más, los viajes más largos que hacíamos era a Salta. Luego empezamos a viajar a Córdoba, Rosario, Buenos Aires, Uruguay y Paraguay. Por suerte mi club, Tucumán Rugby, empieza a crecer de la mano de una gran relación con el SIC y de Belgrano Athletic de Buenos Aires. Enfrentamientos que hoy aún perduran con gran respeto y camaradería.
- Bach, pertenece a un tiempo inolvidable, fue invitado por varios clubes no tan solo por su buen juego, sino por su amistad con todos. “Fui invitado por el club Natación y Gimnasia a lo que fue la primera gira fuera del país. Uruguay fue el destino. Fue un honor viajar a la par de hombres de la talla del “Cuchi” de La Serna”. Luego Universitario de la mano de “Cacho” Valdéz lo adopta en algunos partidos de las giras de los estudiosos. Jugué para muchos clubes, como Lawn Tennis en sus primeras giras al Caribe, Lince y Cardenales.
- ¿Qué recuerda del viejo Tucumán Rugby?
- (hace una pausa y mira por el empañado ventanal) Muchas cosas, esto no era lo que es. El club era cañaveral puro y teníamos un solo grifo para tomar agua. Hoy todo es diferente, las comodidades para el jugador son otras, todo creció y mejoró. No hay mucho para apuntar al respecto, la infraestructura del club es mucho mejor que la de mi época. Mis recuerdos del club son muchos. Salir a la calle con mi camiseta y con la pelota ovalada y que la gente me mire sin saber de lo que se trataba.
- Hablando de sus inicios con el rugby. ¿Qué formadores no pueden faltar en sus recuerdos?
- Fundamentalmente Julio Paz, mi ídolo, el espejo donde siempre quise mirarme. Un ser importantísimo para el rugby. Mi paso por los seleccionados juveniles, me hace recordar además al “Negro” Guzmán, al estudioso de Carlos “Cuchi” de La Serna, “Cacho” Valdez. Tipos que dieron su vida por el rugby y grandes referentes, como “Pepe” Terán, los hermanos Paz y mi hermanos que fueron mis ejemplos a seguir.
- ¿Qué jugadores no pueden faltar en su tercera línea ideal?
- Jugué con muchos y de los mejores. Manolo Galindo, Jorge Ghiringhelli y “Gallo” Cabrera entre tantos. Lo importante es remarcar, que Julio Paz fue mi modelo y quien me dio la capitanía por más de cinco años en Tucumán Rugby. En ese tiempo había muchos y buenos jugadores, perdón si no nombro a alguno.
- La charla se interrumpe varias veces. Salustinano Paz y Patricio Mesón lo reconocen y lo saludan. Nuestro grabador no se apaga y el delata que hace mucho que Bach no se llega por la entidad que, “Mas que un club es una amistad”. No por tiempo, si por motivos laborales que lo hacen trabajar en el campo.
- ¿Se puede decir que en la década de los 70, es la base de lo que luego fue el esplendor del rugby en Tucumán?
- No tengo la menor duda de que es así. El esfuerzo era mucho y de todos los clubes. Con Lisandro Carrizo a la cabeza, que luego pudo ver realizado todo ese sueño de poder ser una provincia reconocida y respetada en el rugby. En Tucumán se formó un fervor que va por sobre la pasión. Una marca única e irrepetible. La transición de nuestro buen rugby, luego trajo los resultados positivos y las consagraciones.
- ¿Qué fue el rugby en su vida, Bach?
- Eso… mi vida. Vivía para el rugby. Todo el día estaba en mi club, con mis amigos. El rugby fue un escape a mis falencias intelectuales con el estudio. El rugby fue mi gran pasión y algo que me costó dejar.
- ¿Por qué?
- Justamente en el año 75, cuando Don Ángel Guastella me lleva a Los Pumas yo ya estaba casado y con una hija. Mi situación económica no era la mejor, pero mi familia me apoyaba en todo. Esa realidad me llevó a dejar el rugby con un profundo dolor.
- ¿Cómo llega a Los Pumas?
- De la mano de Gustella en el 75 y gracias a que Lisandro Carrizo me avisa de mi convocatoria. Fue una emoción muy grande jugar un Torneo Sudamericano en Paraguay. Fue mi sueño realizado cuando vestí por primera vez esa camiseta.
- La charla a avanza y la noche llega. El primer puma tucumano no deja de recordar. “Mucha gente no entendió por que dejé el rugby y me ausenté del club. Cada vez que venía a ver los partidos me sentía tan mal que volvía muy triste a mi casa. Fui el primer puma de mi tierra y no podía devolverle al rugby de mi provincia ese honor por que elegí priorizar mi familia por sobre todo. Por suerte la vida económica luego mejoró y hoy disfruto de un seno familiar hermoso” evoca.
- Se lo nota emocionado.
- (hace una pasua y toma aire) Son los recuerdos, hace mucho que no vengo por mi club. Ni mis hermanos, ni Julio Paz entendieron mi alejamiento de las canchas.
- ¿Fue duro pasar de ser protagonista a ser espectador?
- Muy duro….tan duro que hice un borrón de más de cuatro años sin ir a ver un partido. El rugby fue mi vida y mis sueños.
- ¿Usted sigue soñando con el rugby, Bach?
- Te confieso algo. Ahora estoy más viejo y sueño con el rugby. A veces dormido y otras tantas despierto.
- ¿Cómo son su sueños, despierto?
- (sus ojos se humedecen) En tardes de verano vengo al club en soledad y cuando hay poca gente. Pido una pelota y me dirijo hacia lo que es hoy la cancha principal. Camino por el verde césped y mis recuerdos me persiguen.
- ¿En ese momento usted es otro?
- En ese momento, soy el Julio Bach de juveniles. Cierro los ojos y sueño que mis hermanos y que todos mis amigos están a mi lado. Que mi madre me mira desde fuera del alambrado….y me alienta.
- ¿Le cuesta recordar?
- (se ríe) Me emociona. Te digo más TERCER TIEMPO NOA ha logrado que yo hable. Antes me hacían homenajes, me invitaban a canales de televisión o a la radio y nunca iba. No me gustaba dar notas. En la cancha era una cosa y afuera un tipo simple, de perfil bajo.
- La última, Bach. ¿Qué mensaje le dejaría a las futuras generaciones del rugby?
- Que lo disfruten como yo lo hice. Que lo mejor que tiene son los amigos.
Julio Bach. Sus honores.
- Casado con la aguilarense Maria Inés Muro con la que estuvo de novio desde sus 17 años y la que le dio seis hijos: Silvina, Julio, Eliana, Juliana, German y Bárbara.
Se inició en nuestro deporte en el año 1962, a los doce años, integrando la quinta división de Tucumán Rugby, la menor categoría que por esa época tenía el Club. Su primer entrenador fue Julio Goane. En 1966, a los 16 años, debutó en la primera división de Tucumán Rugby, enfrentando a Los Tarcos, y su último partido en la categoría superior, luego de 13 temporadas, lo jugó en 1978. Fue capitán por cinco años de la primera división del Club. Integrando equipos “verdinegros”, fue campeón anual en dos oportunidades con la quinta, en una con la cuarta y en otras dos con la primera división. Algunos de sus entrenadores en la Primera División de Tucumán Rugby fueron: Julio Paz, Alfredo Harrington, Raúl Guevara y Jorge Bulacio. Julio Bach sobresalió como wing forward. En sus largos años en la primera de Tucumán Rugby, sin duda la tercera línea más competitiva y de mejor funcionamiento, fue la que se conformó con Julio Paz, Emilio Cilley y Julio Bach (1968) y con el San Isidro Club (SIC), campeones de la Unión Argentina de Rugby, en cinco oportunidades (1973 a 1977). De su paso por el Club, también debe destacarse, que fue el Entrenador-Fundador, de la sexta división de Tucumán Rugby en 1968.
En el seleccionado tucumano.
- Fue capitán y llegó a dicho equipo a los 17 años. Fue jugador de selección durante 11 años. Enfrentó a seleccionados de la talla de Oxford Cambridge, Los All Blacks y Los Gazelles de Sudáfrica en su segunda gira por Tucumán.
- Selecciones nacionales y Los Pumas.
- Integro en la década del 70 el Seleccionado de Provincias Argentinas durante tres años. En 1975 integró el Seleccionado Argentino de Rugby, Los Pumas, jugando tres test match y otros partidos de menor jerarquía. Sus entrenadores en Los Pumas fueron Eduardo Poggi, Eduardo Scharemberg y Ángel Guastella. En Los Pumas marcó dos tries en un mismo partido ante Brasil en lo que fue triunfó Argentina por 64 a 6 en el Sudamericano de Paraguay de 1975.
- Conclusión final.
- Julio Bach fue y será símbolo del rugby en Tucumán. Pionero de un rugido que luego dio muchos pumas al suelo donde se forjó la independencia. Su nombre está en la galería de los inolvidables jugadores del rugby argentino.
por Patricio Guzmán - Tercer Tiempo NOA.
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